––No
estamos autorizados a decírselo. Regrese a su habitación y espere allí. El
proceso se acaba de iniciar y usted conocerá todo en el momento oportuno. Me
excedo en mis funciones cuando le hablo con tanta amabilidad. Pero espero que
no me oiga nadie excepto Franz, y él también se ha comportado amablemente con
usted, infringiendo todos los reglamentos. Si sigue teniendo tanta suerte como
la que ha tenido con el nombramiento de sus vigilantes, entonces puede ser
optimista.
…..
Usted está
detenido.
––Pero
¿cómo puedo estar detenido, y de esta manera?
––Ya
empieza usted de nuevo ––dijo el vigilante, e introdujo un trozo de pan en el
tarro de la miel––. No respondemos a ese tipo de preguntas.
––Pues
deberán responderlas. Aquí están mis documentos de identidad, muéstrenme ahora
los suyos
y, ante todo, la orden de detención.
…..